Autor: David Wilber
Traducción: David Gallegos, Reina Valera 1960
Es muy fácil ser desalentado por la inestabilidad de nuestra cultura en estos días. Hay una creciente desconfianza a hacia nuestros líderes, los medios de comunicación, y de unos a otros—¡y en muchos casos por buenas razones! Pero no debemos sentirnos desesperados. Por el contrario, debemos considerar esto como la perfecta oportunidad para ser una luz en la oscuridad ofreciendo algo diferente, algo estable, algo a lo que la gente se pueda agarrar.
¿Qué es lo que está causando esta desconfianza en nuestra cultura? Para ponerlo simplemente, la gente se ha vuelto poco fiable. Y no solo estoy hablando de nuestros líderes políticos y las personas en los medios de comunicación, pero también las personas regulares en los medios sociales. Por cualquier motivo—más a menudo por pereza—las personas no se toman el tiempo de verificar las historias antes de compartirlas. Y muchas veces, las “noticias” sensacionales, rumores, y teorías de conspiración que se vuelven virales en Facebook y Twitter fácilmente se comprueban que son falsas, de esta manera dañando la credibilidad de cualquiera que las compartió.
Nosotros como discípulos de Yeshua (Jesús) estamos llamados a un nivel más alto del que estamos viendo en nuestra cultura. Tenemos la responsabilidad de conocer y hablar la verdad, no mentiras. De hecho, la Torah directamente prohíbe la difusión de información falsa:
No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso. (Éxodo 23:1
Entonces antes de presionar el botón “compartir”, recuerda el mandamiento del Señor. Los creyentes no debemos ser “testigos falsos” (Éxodo 23:1b). Verifica tus datos. Y si no puedes confirmar si algo es verdad o no, entonces se precavido y no lo compartas. De hecho, ya hay bastante incertidumbre en el mundo—no hay necesidad de contribuir con más.
¿Por qué es esto tan importante? Porque estamos llamados a ser testigos para Yeshua (Hechos 1:8). Si queremos hacer una diferencia en este mundo para el Reino de Yeshua, comencemos con tomar la verdad seriamente. No solo esta juego nuestra credibilidad, sino la credibilidad de nuestro Mesías ya que somos Su representante. Si nos caracterizamos por difundir falsedades, traemos vergüenza a Su nombre, y no hay razón alguna para que nos tomen en serio cuando compartamos la verdad.
Amigos, el mundo está hambriento por algo diferente. En el medio del caos y la inestabilidad, hay un deseo por la verdad como nunca antes. No solamente debes conocer la verdad, también debes ser testigo fiel para que la gente desee escuchar la verdad de ti.